Así inicia la primera critica a mi libro, somos infieles, por Miguel Fernando Caro Gamboa, escritor caleño que ha dedicado su vida a la escritura consciente y quien hoy se describe como un tejedor de palabras.
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NO LEAN, SOMOS INFIELES, DE FELIPE BELTRÁN HERNÁNDEZ
Y la razón es sencilla, perturbará tu calma, te moverá el piso en serio, te hará amar y odiar al autor y a su obra, o todas las cosas a la vez.
No serás la misma persona al culminar su lectura, porque posiblemente tus paradigmas, principios, valores, creencias… y todo en lo que cimentas tu presencia en este mundo, es decir, en esta cultura que aceptas como tu mundo, serán cuestionados sin anestesia, sin consideraciones, de frente y de una manera cruda, descarnada, sin vacilaciones.
La infidelidad, ese tema, ese gran tema de esta sociedad, que lo ha convertido en un tabú, es abordado por Felipe de una forma tan especial, única, auténtica… que en mi trabajo como colector, no creía estar leyendo lo que estaba leyendo y durante toda la lectura de la obra, paré incontables veces a preguntarme ¿Será posible que esté leyendo, esto que están viendo mis ojos?
Sin importar tu estado civil, o tu condición de pareja, amante, soltero, arrocito en bajo, pior es nada, la otra, el otro, el tinieblo, la bruja, el tercero o incluso el cuarto, no leas, Somos Infieles, porque corres el riesgo de encontrar el infierno o el nirvana e incluso de tomar decisiones inusitadas y sorprendentes, que jamás imaginaste, ibas a tomar de la nada, es decir, a partir de la lectura de un libro.
- Salvo mi responsabilidad por las consecuencias maravillosas o nefastas que ocasionará este libro, por las rupturas, compromisos culminados, novias o novios que quedarán plantados en la iglesia o en la notaría.
- Salvo mi responsabilidad por el dolor o la alegría, por la sanación que encontrarán algunos y la existencia enferma en la que se descubrirán otros… en fin, en todo caso he cumplido mi deber con este anuncio.
En un país de «cafres» y en una sociedad mayoritariamente hipócrita, donde no llamamos las cosas por su nombre y el engaño y la mentira hacen parte del paisaje cotidiano, con todo lo que esto significa, Somos Infieles, de Felipe Beltrán llega en un momento inoportuno o perfecto, no lo sé, juzguen ustedes, amables lectores o lectoras, pero vuelvo e insisto, he salvado mi responsabilidad al advertirte.
Si abordas este libro, quedarás a la deriva y desnudo, en medio de un mar infestado de criaturas indescriptibles que irán por ti sin compasión
¿Te salvarás al final de la travesía, encontrarás esa luz y esa fuerza que te llevarán hasta la orilla y a salvo? No lo sé, he cumplido, quedas advertido o advertida, amablemente te lo digo, no busques aquello que no se te ha perdido.
No leas, Somos Infieles, mejor sigue durmiendo tranquilamente y sin sobresaltos, no sea que despiertes a tu pareja o que tú te despiertes, nunca se sabe…
Miguel Caro, un tejedor de palabras
4/08/2021